Esta norma, que sitúa a Andalucía a la vanguardia en cuanto al modelo de prestación farmacéutica, hace hincapié en el papel del farmacéutico como agente de salud, de manera que estas oficinas se adjudicarán, por primera vez en nuestra comunidad, mediante concurso público sobre la base de la capacitación técnica y los méritos profesionales, asegurando una total transparencia en la concesión de las autorizaciones.
Asimismo, el procedimiento se desarrollará de acuerdo con los principios generales de la Administración Pública y otorgando la máxima prioridad al interés ciudadano.
La Orden de la convocatoria desarrolla lo previsto en la disposición final segunda de la Ley de Farmacia y se encuentra actualmente superando las distintas fases necesarias en la tramitación, de manera que a día de hoy se ha abierto el trámite de audiencia por el que la norma se somete al criterio de los colectivos afectados para poder incorporar al texto las aportaciones que se estimen convenientes. Se prevé que termine el proceso de tramitación en el último trimestre del año. Más tarde, se sacarán a concurso estas oficinas de farmacia en las condiciones recogidas y que priman la función de la farmacia y el profesional de farmacia como agente activo de salud.
La planificación de estas nuevas oficinas de farmacia, que suponen un incremento del 9% sobre las actuales, y su distribución en el territorio de la Comunidad Autónoma, se ha realizado teniendo en cuenta factores tan importantes como la accesibilidad de la ciudadanía, las necesidades de asistencia farmacéutica de la población de pequeños núcleos o zona de crecimiento de grandes ciudades y localidades costeras así como la garantía de la igualdad de oportunidades para el colectivo farmacéutico.
Así, hay que destacar que de las 310 nuevas oficinas, 50 van dirigidas a núcleos de población que actualmente no disponen de ninguna, núcleos aislados, entidades locales autónomas y otros con especiales circunstancias de aislamiento. La localización de este servicio básico colabora al desarrollo de estas zonas y entronca con la estrategia de Desarrollo Rural de la Junta de Andalucía.
Otras 63 se convocan por incremento de población en zonas turísticas con un elevado número de plazas hoteleras y segundas residencias que registran una importante afluencia de población en periodos estacionarios, lo que genera una demanda de asistencia farmacéutica importante en determinados meses del año.
De esta manera, se contribuye a aumentar la calidad y el atractivo de estas zonas, que son un sector económico fundamental para la economía andaluza.
Por provincias, la distribución es la siguiente: 45 en Almería, 36 en Cádiz, 16 en Córdoba, 26 en Granada, 23 en Huelva, 17 en Jaén, 72 en Málaga y 75 en Sevilla.
Por otra parte, hay que resaltar la contribución de este proceso a la generación de empleo ya que posibilitará la creación de nuevos puestos de trabajo para farmacéuticos titulares así como para el personal técnico y adjunto que conlleva la apertura de cada oficina de farmacia. En total se estima que podrían generarse casi un millar de nuevos empleos en Andalucía.
Adjudicación de nuevas oficinas
Respecto al proceso de adjudicación de nuevas oficinas de farmacia se han establecido tres fases, atendiendo a los principios de publicidad, transparencia, concurrencia pública y mérito.
La primera fase del concurso da prioridad a los titulares de farmacias que han permanecido más de diez años en zonas rurales en condiciones de aislamiento y asistencia farmacéutica permanente. Se trata de valorar y reconocer la situación de estos profesionales que llevan más de una década de servicio, dando respuesta con ello a una reivindicación histórica de los farmacéuticos. En esta fase se adjudicarán 60 oficinas.
En una segunda fase, todos los farmacéuticos podrán solicitar cualquiera de las oficinas que quedan vacantes, incluso aquellos que no hayan resultado adjudicatarios en la fase anterior. Se adjudicarán las oficinas de farmacia convocadas y no adjudicadas en la primera fase. 12 de ellas se adjudicarán a quienes acrediten un grado de discapacidad igual o superior al 33%.
Por último, a la tercera fase solo podrán acudir aquellos farmacéuticos que nunca han sido titulares, los cuales podrán optar a una de las oficinas que hayan quedado vacantes por resultar sus titulares adjudicatarios de otra oficina de farmacia en las dos fases anteriores, así como a las que no hubieran sido adjudicadas en dichas fases.
Criterios de baremación
Para optar a una oficina, los interesados deberán estar en posesión del título de Licenciado en Farmacia, o de la certificación acreditativa de haberlo solicitado, y efectuar el pago de las tasas administrativas.
El baremo de méritos para las adjudicaciones se basa en la capacitación técnica y la experiencia profesional. Se tendrán en cuenta los méritos académicos, la formación de postgrado, la experiencia profesional y la situación de discapacidad física. Aquellos candidatos que se encuentre en situación de desempleo verán aumentada su puntuación en un 10%. La comisión encargada de la valoración de los méritos estará formada por personal de la Administración y del sector farmacéutico, garantizando la transparencia en las adjudicaciones.
Ley de Farmacia
Esta actuación desarrolla una de las disposiciones de Ley de Farmacia de Andalucía, una norma que, además de mejorar la accesibilidad de los ciudadanos a los servicios de farmacia con la apertura de nuevas oficinas y de mejorar la transparencia en la adjudicación de las oficinas, refuerza el papel del farmacéutico como agente de salud, fomenta la investigación en el ámbito de los medicamentos estratégicos y facilita el traslado de los farmacéuticos rurales y el acceso de los profesionales en paro.
Otro de los aspectos recogidos en la Ley es el reconocimiento de los derechos de los ciudadanos a recibir una atención farmacéutica con garantías de confidencialidad y con la suficiente información sobre su tratamiento y sus beneficios.
En cuanto al refuerzo del papel de los farmacéuticos como agentes de salud, la Ley regula sus funciones y obligaciones relacionadas con la información y asesoramiento al ciudadano, la prevención de la enfermedad y cumplimiento farmacológico, la colaboración con los facultativos en la comunicación de posibles reacciones adversas y las actuaciones adecuadas para la custodia, conservación y eliminación de medicamentos, entre otras.
Con el fin de introducir parámetros de calidad, se ha establecido un sistema de acreditación para las oficinas de farmacia y los servicios farmacéuticos, orientado a la mejora del servicio y a la garantía de la prestación.
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